domingo, 22 de enero de 2012

Cuando menos te lo esperas va la vida y te sorprende.


Retomamos nuestro camino, esta vez ya desde Metz.
Supongo que después de haber pasado aquí 4 meses, en los que he pasado mucho tiempo sola, pensando, reflexionando y conociéndome a mi misma, puedo decir que me encuentro bien.
Siento una alegría especial, y no se bien a que se debe. Por primera vez en mucho tiempo se que estoy aprovechando mi tiempo, y me siento viva. No se que va a ser de mi el día que tenga que irme de aquí, pero son cosas que ahora mismo no quiero pensar. Se que voy a disfrutar al máximo esta aventura, y voy a vivir intensamente tanto los buenos como los malos momentos. Se que no es la primera ni la última vez que lo digo, pero aquí las cosas se viven con una intensidad diferente, y todos los días hay algo nuevo que contar, aunque no lo haga a menudo por aquí.
Desde que he llegado en enero no he dejado de conocer a gente, y han pasado mil cosas en apenas 18 días, buenas y no tan buenas, pero al fin y al cabo te das cuenta de que las cosas no son blancas o negras, suelen ser grises más veces de las que creemos. Siempre he creído que aunque tarde, las cosas siempre acaban saliendo como uno quiere, y que a veces solo es cuestión de esperar a que salgan solas.
Me hubiera gustado subir una foto de la primera nevada de Metz, pero aun habrá que esperar unos días. Este año se está retrasando, pero espero que cuando llegue lo haga con ganas. Dedico la foto a todos esos que creen que en Metz no hay atardeceres bonitos... ZASCA! Salir a la calle y encontrarte con imágenes como esta , no tiene precio, sea donde sea.
Y ahora solo me queda decir : À bientôt !
PD: Ya me animaré más adelante a publicar en francés, tiempo al tiempo.